Todos los días las empresas se enfrentan a decisiones que determinan la ruta que los llevará hacia las metas estratégicas que se plantea como empresa. Algunas veces estas decisiones toman meses o incluso años en tomarse debido a razones como: la burocracia, incertidumbre del mercado, falta de argumentos para tomar una decisión inteligente, entre otras. Cuándo quieres generar nuevas ideas de negocio, cuando quieres validar un nuevo producto o servicio, cuanto tienes dudas sobre el mercado o quienes son tus clientes, cuánto tienes varias opciones de producto y no sabes cuál deberías elegir para comercializar; son algunos ejemplos de las decisiones a las que se enfrentan pequeñas, medianas y grandes compañías en el día a día que son cruciales para el crecimiento correcto de una organización.
Mientras las empresas dedican tiempo discutiendo, analizando y tomando decisiones, el mundo sigue girando y no espera a una empresa a que tome la decisión. El agilismo y la velocidad para adaptarse a las tendencias o señales de la
industria cada vez es mayor y como individuos, organizaciones y sociedad, debemos aprender a tomar decisiones de forma rápida que nos permitan avanzar a velocidades que nos habiliten oportunidades para ser competitivos en el mercado.
Hay diferentes formas de tomar este tipo de decisiones, de forma rápida y a costos bajos. Una de ellas es usando la metodología SPRINT. Fue diseñada por Google Ventures y combina diferentes herramientas de diseño thinking y la metodología lean. Diferentes compañías como Lego, Google, Netflix y Airbnb utilizan este método para crear y validar de forma ágil, ideas que centran los esfuerzos en entender y solucionar necesidades reales de los usuarios y diseñar o mejorar los productos o servicios con feedback real de los clientes.
El Design Sprint, nos permite en tan sólo cinco días, evaluar y validar una hipótesis clave que pueda poner en riesgo nuestro negocio.
Dia 1: Identificar los puntos críticos del diseño del producto o servicio y tener conversaciones con expertos del sector
Dia 2: Definir los retos del negocio y revisar tendencias, señales y soluciones globales que se están dando a este tipo de retos
Dia 3: Realizar una lluvia de ideas con posibles soluciones a nuestro reto.
Dia 4: Creación de un mínimo producto viable. Recordemos que un MVP es la forma más sencilla para poder aprender acerca de la hipótesis o reto que estamos validando.
Dia 5: Probar el prototipo con clientes potenciales y obtener el feedback real de primera mano
De esta forma, las empresas podrán, de forma rápida, entender cuál es la mejor manera de escalar y comercializar una idea estratégica de la compañía. No esperes a que llegue una startup o una empresa más rápida que la tuya a quitarte
oportunidades de negocio o mercado. Ser ágil hoy es una necesidad.